Miércoles de Ceniza

Marcados por el austero símbolo de la Ceniza, entramos en el tiempo de Cuaresma, comenzando un itinerario espiritual que nos prepara para celebrar dignamente los misterios pascuales. La ceniza bendita impuesta sobre nuestra cabeza es un signo que nos recuerda nuestra condición de criaturas, nos invita a la penitencia y a intensificar el compromiso de conversión para seguir cada vez más al Señor.
La Cuaresma es un camino, es acompañar a Jesús que sube a Jerusalén, lugar del cumplimiento de su misterio de pasión, muerte y resurrección; nos recuerda que la vida cristiana es un «camino» por recorrer, que no consiste tanto en una ley que debemos observar, sino en la persona misma de Cristo, a quien hemos de encontrar, acoger y seguir. De hecho Jesús nos dice: : «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga» (Lc 9, 23).
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